CREADORA - ACTRIZ Y PIANISTA
PELÍCULA “NERUDA” dirigida por Manuel Basoalto/Chile 2014
Escena de tres viudas
“…Entrando a la casa el poeta pasa por un salón donde una mujer vestida elegantemente de negro toca el piano… /Victoria Foust”.
En la escena de “Tres viudas” que respira la magia de la naturaleza del sur de Chile combinada con una encantadora brisa de antaño francés, se utilizó la música de una maravillosa pieza compuesta por Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893): la “Barcarola”. Es la sexta pieza de su obra para piano titulada «Las Estaciones», Op. 37b: Nº 6,«Junio» – Barcarola (Andante cantabile).
“Una preciosa pieza, lenta, narrativa, melancólica, como meciéndose sobre las olas…la tonalidad de sol menor induce a una suave reflexión introspectiva… Un perfecto destello musical para guiar al joven Neruda hacia el camino de la poesía“. V.Foust
DESCRIPCIÓN DE LA ESCENA “TRES VIUDAS” Y DE LA PIEZA MUSICAL USADA EN LA PELÍCULA “NERUDA”:
El joven Neruda tiene 15 años y ha sido invitado por un amigo de su padre a una “Trilla” en la ciudad de Gorbea, cerca de Temuco.
El poeta emprende el viaje a caballo y debe ir descubriendo el camino entre los campos y los bosques.
Cuando esta cayendo la tarde siente que está un poco perdido y ve una casa iluminada en una colina. Se acerca a la casa y baja de su caballo.
Empieza a escuchar un piano, hay alguien que interpreta una bella y melancólica melodía.
Entrando a la casa el poeta pasa por un salón donde una mujer vestida elegantemente de negro toca el piano… /Victoria Foust
“No se preocupe, a ella solo le gusta tocar el piano pero casi no habla”-dice una de las viudas francesas.
El joven poeta está maravillado por la música y por el extraño contraste de encontrarse a estas tres mujeres bellas y refinadas en un lugar apartado y salvaje.
«Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano,
herido por el trigo, a pisar la pradera;
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.
Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso, como con una mujer,
por los campos…»